A raíz de la crisis sanitaria por la COVID-19, el día a día de muchas personas dio un giro de 180 grados y esto les supuso una alteración de sus rutinas, un panorama inestable y estresante. Hay quienes hablan de la denominada ‘fatiga pandémica’ ante el malestar que sufren muchos a raíz de esta situación. El Colegio de Psicólogos ha realizado un estudio que refleja cómo 1 de cada 4 personas manifiesta síntomas relacionados con la depresión.
Este trastorno mental afecta a más de 300 millones de personas en el mundo entero. Según la OMS, España se encuentra entre los 5 países europeos más afectados por casos de depresión, con más de 2 millones de personas, precedido por Alemania, Italia y Francia.
Esta enfermedad puede afectar a personas de cualquier edad y condición social (más a mujeres que a hombres), y provoca angustia existencial e impide poder desarrollar las tareas de la vida cotidiana con normalidad.
Las personas con depresión son más vulnerables a desarrollar enfermedades en la cavidad oral tales como periodontitis, caries, bruxismo… y es que la depresión tiene una estrecha y directa relación con la salud bucal, pues quienes la padecen suelen descuidar aspectos básicos de su higiene diaria en general y de la boca en particular.
En ocasiones, el paciente altera sus hábitos alimentarios, abusando de azúcares, grasas y carbohidratos, y de consumo, tabaco, alcohol y/o drogas, lo cual impacta de manera negativa en su salud oral.
La ingesta de antidepresivos también tiene sus efectos sobre la boca, pudiendo alterar los sabores, una menor producción de saliva que podría conllevar sequedad bucal, mal aliento o cambio de color en la lengua, infección de encías…
Si sufres alguno de estos síntomas, te animamos a pedir cita para revisar tu salud oral antes de que el problema se agrave.
Fuente: SEPA y soy-de.com