El aprendizaje de la Historia de la Odontología es importante como formación humanística y ayuda en la atención a los pacientes. El médico u odontólogo necesita conocer qué se hizo antes, qué hacemos hoy y qué se hará posiblemente el día de mañana.
En China, 4.000 años a. de C., ya se utilizaba el cepillo de dental y se conocían técnicas para blanquear los dientes.
Gracias a los restos dentales encontrados en los yacimientos arqueológicos, hemos podido conocer muchas de las características de nuestros antepasados.
¿Existen en la actualidad más medios para combatir las enfermedades de la boca que en tiempos pasados?
La causa de muchas enfermedades de la boca se ha llegado a conocer hace relativamente pocos años, aunque el deseo de tratarlas sea tan antiguo como la misma presencia del hombre sobre la Tierra. Por otro lado, no todas las enfermedades tienen la misma importancia.
Para combatir el dolor dental y hallar un tratamiento eficaz contra la caries, desde tiempos remotos, se han utilizado miles y miles de sustancias, (vísceras de animales, parte de sus esqueletos, plantas, raíces o frutos vegetales en infinitos remedios). En muchos pueblos antiguos se acompañaban de conjuros, exorcismos y ceremonias mágico-religiosas muy variadas, según los continentes. Sin embargo, podemos decir, sin temor a equivocarnos, que únicamente consiguieron aliviar los dolores y no en todos los casos. Al conocer ahora la causa de las enfermedades de la boca, es posible prevenir su aparición, evitando muchos dolores y sufrimientos a la población.
¿Qué estudia la Historia de la Odontología?
La Historia se ocupa de darnos a conocer la existencia de las enfermedades de la boca, su antigüedad, pero sobre todo cuáles han sido las creencias de los humanos a lo largo de los siglos en relación a la causa de estos males y el interés en combatirlos a lo largo de los tiempos.
Sólo daremos algunos ejemplos. A través de la Historia conocemos que en China, 4.000 años a.d. C. se usaba el ‘juncofarmaceútico’ a base de caparazones de cigarras, orina de tortuga y cuernos pulverizados entre otros ingredientes. Usaban ya el cepillo dental y conocían una técnica de blanqueamiento de los dientes anteriores. Empleaban arsénico para matar los gusanos que, según ellos, producían la caries en el interior del diente. Las enfermedades de las encías las trataban con acupuntura y prohibían curar dolores de boca el décimo día de cada mes. Fueron los primeros en utilizar la amalgama para los empastes. Los hindúes, muy propensos a la automedicación, empleaban para las llagas de la boca, unas píldoras a base de corteza de pimiento de Chaba, y unos enjuagues con mostaza, gengibre, pimienta de Bengal y sal. El templo dedicado al diente de Buda en Ceilán refleja la importancia que conceden al estado de salud de su boca.