¿Qué ocurre si un niño pierde los dientes demasiado pronto o demasiado tarde?
No hay que preocuparse si esta pérdida es por un proceso de recambio dentario precoz, de la misma manera que consideramos normal un recambio tardío si no existe una patología general o localizada.
Las situaciones que deben inquietar en la pérdida precoz de dientes temporales son aquellas que se producen por caries o traumatismos, y que conllevan la pérdida de uno o más dientes. En este caso los dientes adyacentes a la pérdida pueden sufrir migraciones, ocupando el espacio destinado a aquellos dientes que aún no han erupcionado. Al no disponer estos de su espacio natural de erupción, emergen por zonas inadecuadas, como puede ser el paladar, o se quedan incluidos dentro de los maxilares, lo que exigiría un posterior tratamiento ortodóncico junto con técnicas de cirugía bucal.
Los dientes que se quedan en el interior de las mandíbulas, a menudo se detectan por la persistencia de los dientes de leche en edades en las que el recambio debería estar concluido. Por ello, el retraso en el recambio dentario debe ser motivo de consulta, cuando sucede en un diente o en una zona específica. Si el retraso es generalizado, más allá de los límites normales, podría estar asociado a determinadas enfermedades generales de índole metabólico, como es el hipotiroidismo, con otros síntomas previos no bucodentarios.