La caries dental es una enfermedad producida por las bacterias que se encuentran en la placa bacteriana. Al producir ácido láctico desmineralizan el esmalte en la primera fase. Más adelante la caries puede avanzar hacia el interior del diente y afectar también a la dentina y finalmente al ‘nervio’ o pulpa dental.
Los factores que provocan la caries dental pueden ser:
– Mala higiene oral.
– Alimentación rica en azúcares refinados.
– Herencia (existen personas más susceptibles a las caries que otras).
– Maloclusiones, que favorecen el aumento de la placa.
– Formas dentarias especiales (surcos muy profundos).
¿Qué importancia tiene la alimentación en la aparición de la caries dental?
En los países industrializados se puede asociar el desarrollo de la caries al cambio derivado de pasar de una alimentación simple, natural, dura, que necesitaba de una masticación enérgica, a una alimentación compleja, enriquecida en azúcares y grasas, preparada industrialmente y blanda. Y más recientemente a la aparición de la costumbre de ‘picar entre horas’ y al aumento de la frecuencia de las comidas.
Aunque para el mismo tipo de régimen alimenticio la susceptibilidad a la caries dental difiere según los individuos, se observa una disminución global de caries pese a un aumento del consumo de azúcar. Esta disminución de la prevalencia de la caries se explica, entre otras razones, por la generalización de la utilización de los fluoruros en los dentífricos.
Por el contrario, en los países en vías de desarrollo y, desgraciadamente también, en nuestra sociedad en ambientes marginales, la malnutrición es el origen, entre otras causas, de los problemas de mineralización de los tejidos dentarios y peridentarios. Los dientes son en estos casos muy cario-susceptibles y el periodonto poco apto a defenderse. Mientras el consumo de azúcares refinados es bajo, la población está relativamente poco afectada por la caries, pero cualquier exceso desencadena lesiones de progresión rápida.
Para prevenir la caries dental deberemos tener en cuenta lo siguiente:
– Una correcta alimentación.
– Buena higiene bucal.
– Visitas regulares al dentista (sellado de fisuras, aporte de flúor…).