El exceso de encía se debe, en muchos casos, a una enfermedad, pero en otros es una cuestión hereditaria.
Cuando la causa es una enfermedad periodontal, suele producirse un engrosamiento, inflamación y sangrado de la encía.
La inflamación suele tratarse con un raspado o curetaje.
Si el problema se debe a un factor hereditario, o a una línea de la sonrisa excesivamente alta, se puede optar por las siguientes opciones para corregirlo:
- Gingivectomía: consiste en la extracción de parte de la encía por medio de una intervención quirúrgica. Sólo se realiza cuando puede garantizarse la conservación de una cantidad adecuada de tejido adherido.
- Gingivoplastia: procedimiento por medio del cual vuelve a conformarse la encía. Permite mejorar el contorno de las encías alrededor de la pieza dental.
- Cirugía de colgajos: procedimiento quirúrgico que consiste en desplazar secciones de encía para poder tratar el hueso y el tejido de debajo y circundante. A continuación, el colgajo vuelve a fijarse en un punto más elevado de modo que al sonreír se muestre menos encía.
- Cirugía ortognática: consiste en la extracción de una sección de hueso situado por encima de las raíces dentales y el cierre de todo el arco para que no pueda verse la encía al sonreír. Es la alternativa quirúrgica más extrema y costosa, pero cuando las demás opciones han fracasado, la cirugía ortognática puede convertirse en la mejor opción para conseguir los resultados deseados.