Tu actitud crea salud.
Al visitar al dentista dos veces al año, previenes enfermedades y evitas tratamientos más complejos y costosos.
- Haces posible una tercera edad plena y saludable. Muchos de los problemas bucales que se achacan a un deterioro natural no son propios de la tercera edad. La falta de dientes o las prótesis mal ajustadas generan problemas de salud que pueden y deben ser detectados y solucionados.
- Educas en salud y permites el correcto desarrollo bucal en los niños. La visita al dentista cada seis meses desde que se es bebé, contribuye a crear hábitos saludables en la infancia y en la adolescencia. Además, el dentista puede corregir a tiempo problemas dentales que se agravan con la edad.
- Evitas partos prematuros durante el embarazo. Existe una clara relación entre las enfermedades periodontales y el nacimiento adelantado del bebé. Por esta razón, el cuidado de la salud bucodental durante el embarazo es muy importante para las futuras madres.
- Detectas enfermedades renales. Las enfermedades renales pueden ser detectadas en una revisión odontológica ya que, cuando los riñones no funcionan bien, se suele tener mal aliento y un sabor desagradable en la boca.
- Favoreces el descanso y un sueño reparador. Controlar el bruxismo, o el hábito de apretar y/o rechinar los dientes, evita dolores de cabeza, contracturas cervicales, tensión, sensibilidad dentinaria e insomnio.