Tanto comer alimentos crujientes (frutas y verduras) como mascar chicle favorece la autolimpieza dental por su acción mecánica. Sin embargo, la acción de mascar lo que en realidad favorece es que produce un efecto de arrastre y un aumento de la salivación, que son acciones muy beneficiosas para la salud bucal.
La acción de mascar chicle contribuye a la eliminación de la placa en más del 50% del índice inicial y duplica el flujo de saliva. Masticar chicle es un fuerte estímulo para la secreción de bicarbonato sódico en la saliva; esto eleva el PH en la placa, neutralizando los ácidos y favoreciendo la mineralización del esmalte de los dientes. Sin embargo, se puede lograr lo mismo comiendo un trozo de queso duro al final de las comidas: también estimula el flujo de saliva, y aporta calcio, caseína y fosfato de hierro. Desde luego, la ventaja del chicle es que resulta práctico.
Sin embargo, no se pueden generalizar estos beneficios que se derivan del hecho de masticar chicle y, menos aún, considerar que esta acción sustituye a otras acciones básicas que componen la higiene bucal diaria.
Recuerda: Masticar chicle o comer ciertos alimentos, como frutas y verduras, aporta beneficios para la salud bucal, pero no sustituye al cepillado dental.