CAUSAS DEL MAL ALIENTO O HALITOSIS
Los principales responsables de la halitosis son los compuestos volátiles sulfurados, sulfuro de hidrógeno, el metilmercaptano y el dimetil disulfuro. Estos compuestoslos producen las bacterias a partir de proteínas de la dieta y de nuestra saliva y fluido crevicular.
Más del 50% de la halitosis oral se debe a gingivitis y periodondititis (piorrea), pues las bacterias causantes de estas enfermedades de las encías se nutren principalmente de proteínas y en su metabolismo producen compuestos volátiles sulfurados. Otra importante causa bucal de mal aliento es la lengua, pues en las rugosidades de su dorso también se acumulan bacterias que pueden producir cuerpos volátiles sulfurados.
La producción de componentes volátiles sulfurados es favorecida por el medio alcalino de la saliva durante el ayuno o el sueño; por eso la halitosis suele ser más acentuada al levantarnos. También influye la reducción de la concentración de oxígeno en la cavidad bucal, cosa que sucede cuando el flujo salival es, por ejemplo como en los pacientes que toman antidepresivos u otros fármacos que disminuyen la cantidad de saliva. Asimismo favorecen la halitosis las dietas ricas en proteínas, el consumo excesivo de té o café, el alcohol y el tabaco.
No sólo los dientes separados pueden favorecer la aparición de halitosis en la medida en que producen impactación de alimentos, sino también los empastes o prótesis que no mantengan un adecuado contacto con los dientes vecinos .
Además, la falta de higiene oral es una de las principales causas de halitosis, pues permite el acúmulo de bacterias y la aparición de gingivitis y en algunos casos el desarrollo de periodontitis. Estas bacterias pueden crecer en los surcos de la lengua produciendo cuerpos volátiles sulfurados que causarán el mal aliento.
CÓMO SE PUEDE COMBATIR O EVITAR LA HALITOSIS
Lo primero es realizar un correcto diagnóstico y, dado que la mayor parte de las halitosis son de origen bucal (alrededor del 85%), deberemos comenzar por una exploración oral, pues si la halitosis es debida a gingivitis o periodondtitis sólo el tratamiento de éstas la hará desaparecer. También hay que diagnosticar otros problemas bucales como caries, restos radiculares, abscesos o fístulas, o lesiones de la mucosa oral que puedan ser los responsables de la halitosis.
Si se trata de una halitosis patológica habrá que enfocar el tratamiento desde dos aspectos: uno general y otro local.
El tratamiento general va encaminado a cambiar hábitos del paciente que pueden influir en la aparición de la halitosis, recomendándole que beba más agua, que haga una dieta menos proteica, menos cantidad de alimento y más frecuentemente, y que reduzcan el consumo de café, alcohol y tabaco.
El tratamiento local va dirigido a eliminar las bacterias productoras de componentes volátiles sulfurados. Debe constar de un correcto cepillado de dientes y encías y algún método de limpieza de los espacios interdentarios. Es fundamental la higiene de la lengua, para lo que resultan muy útiles los raspadores linguales, pues el cepillo dental produce náuseas a muchas personas.
Es conveniente complementar la higiene con colutorios específicos que contengan agentes antimicrobianos y sustancias que inactivan los componentes volátiles sulfurados.
Si después de instaurar todas estas medidas siguiese persistiendo la halitosis habrá que pensar que ésta no es de origen oral y remitir al paciente al otorrinolaringólogo, pues las afecciones de las vías nasofaríngeas son la segunda causa de halitosis (8%), o pensar en alguna otra posible causa sistémica: diabetes, cirrosis hepática, …