La cirugia bucal o los procedimientos quirúrgicos orales pueden tener múltiples propósitos:
La extracción de dientes incluidos en el espesor del hueso o semi-incluidos, la extracción de restos de raíces fracturadas, la eliminación de granulomas (inflamaciones crónicas) o de quistes en zonas periapicales (es decir, en las inmediaciones de la punta de alguna o algunas raíces dentarias), la extirpación de quistes maxilares, la conformación del hueso y de la encía para recibir adecuadamente prótesis dentarias (cirugía preprotésica), la eliminación de frenillos labiales o del frenillo lingual, que producen alteraciones en la posición de los dientes y/o en el habla, la extirpación de glándulas salivales menores, la toma de tejidos para analizarlos, etc.
NATURALEZA DEL TRATAMIENTO DE CIRUGIA BUCAL
Aunque la finalidad de la cirugia bucal puede variar, las técnicas empleadas serán muy semejantes, e implican, previa anestesia, la incisión de la encía, su despegamiento en mayor o menor grado, la extirpación de los tejidos patológicos o sobrantes (con legrado, en su caso, del lecho óseo, si lo hubiera) y, por último, la sutura de la herida. Si la finalidad de la maniobra fuese la obtención de tejidos para su análisis histopatológico (biopsia), hay que obtener dicha muestra.